Fue el Valle de Colchagua el lugar que Don Mario Ravanal, con gran visión, eligió para iniciar la tradición del estilo Ravanal. Una zona privilegiada que, por su clima y características geográficas, resulta ser hasta el día de hoy el lugar ideal para la producción de uvas de gran potencial enológico.
Los viñedos de Ravanal están ubicados en la localidad de Placilla, cuya principal característica geográfica es que tanto al sur como al norte está cruzada por cordones cordilleranos transversales entre los cuales se desplaza el río Tinguiririca; esto incide en tener una moderación en las temperaturas y una muy buena oscilación térmica para desarrollar uvas de alta calidad, permitiendo producir vinos tintos robustos de excelente cuerpo con gran persistencia y vinos blancos elegantes de gran intensidad aromática.
Colchagua, que en lengua indígena significa «Valle de pequeñas lagunas», es una de las zonas vitivinícolas más prestigiosas y conocidas de Chile.
Está situado entre el Océano Pacífico y la Cordillera de los Andes, ideal para la producción de vinos finos, debido a sus excelentes condiciones naturales. El corazón del valle, cerca de la pintoresca localidad de Placilla, se caracteriza por una larga estación seca de aproximadamente siete meses, desde finales de septiembre hasta mediados de abril, con una temperatura media máxima en verano de 28°C y un media mínima de 11°C lo que permite que las uvas alcancen la madurez completa.
La refrescante brisa que proviene del Océano Pacífico y los vientos fríos de las altas montañas de los Andes juegan un papel clave, asegurando una gran diferencia de temperatura entre el día y la noche, permitiendo así que las uvas se desarrollen completamente, mejorando y manteniendo todos sus sabores frutales.